Piscinas que no cubren

Piscinas que no cubren


Editorial Dieciséis, 2021

Una niña llega a Menorca junto a sus padres. Es uno de los muchos sitios en los que vivirán a lo largo de sus vidas, acostumbrados al cambio. En El Calypso, una casa con vistas a un faro, se encuentra su nuevo hogar. Durante este tiempo, María irá creciendo mientras explora partes de la isla en las que se esconden gentes con vidas extrañas. Tendrá una cuidadora monja, dos novios, un amigo camarero de un puticlub, hará expediciones a hoteles con guiris, comilonas, excursiones en barco, accidentes. Piscinas que no cubren es un homenaje a una infancia semi autónoma.

Han dicho de Piscinas que no cubren:

 

“Pocas primeras novelas irrumpen en la memoria del lector con el desparpajo inagotable con que lo hace esta. Es la burbuja que más dura en el aire después de que las demás hayan explotado”.

Sonia Fides, El Asombrario

 

“Esta novela es una maravilla: te abducirá como hace décadas lo hizo la Celia de Elena Fortún, te enamorará con su ingenuidad y desparpajo y te hechizará como su protagonista: única en su especie, libre como el viento”.

Literaturbia

“Si me preguntaran qué libro leer en tardes de no siesta en el lugar más fresco de la casa, diría ‘Piscinas que no cubren’, de María Agúndez. Si me pidieran que recomendara un libro que superase en chisposidad y brillo a una mañana en la piscina municipal del barrio, diría ‘Piscinas que no cubren’, de María Agúndez. Si me obligaran a elegir un animalillo tierno y salvaje y dulce, sería esa Marieta chica arrastrada a cazar nudistas por sus vecinos opusinos, relegada a dar papel higiénico a los mayores en la fiesta de cumpleaños de su madre, sacando la mano por la ventanilla y agarrando el aire, que es lo más parecido a coger una teta”.

Sabina Urraca